Las rutinas en la educación infantil

Estamos inmersos en una bonita aventura.......Los niños necesitan seguir una rutina para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente. Esta rutina establece horarios, pero además los hábitos repetitivos ayudan a construir un equilibrio emocional, que les proporciona un mecanismo importantísimo para su educación y para la construcción de su personalidad.

Sabemos que el tiempo es un concepto abstracto, por ello complejo para ser comprendido por la mente del niño de la etapa de Educación infantil, no obstante existen recursos y estrategias que poco a poco podemos ir introduciendo en la jornada escolar para que el niño consiga orientarse y prever qué cosas es posible que sucedan dentro del caótico mundo de los adultos y sus horarios.

¿Qué es el tiempo?
Podemos definirlo como la manera física de medir la duración de los acontecimientos, nos permitirá ordenarlos en secuencias de manera que podremos situarlos en un presente en un pasado o en el futuro.
¿Por qué es importante la organización del tiempo en el aula de educación infantil?
El niño cuando llega al aula por primera vez sufre una gran ansiedad derivada, en gran parte, de su desconocimiento del tiempo. La primera mañana la vive eterna y sin consuelo, hasta que paulatinamente comprende la sucesión del tiempo a través de las rutinas.
Cuando observa que diariamente ocurren las mismas cosas y que sus padres, llegado el momento, regresan a por él, siempre después de ponerse el abrigo, comienza a aumentar su seguridad y a disminuir su ansiedad, de ahí la importancia de ayudarles a conocerlo.
¿Qué es una rutina en educación infantil?
En el aula de infantil se trabaja el tiempo y la creación de hábitos a través de las rutinas que podemos definir como la sucesión de actividades y tareas que siempre se realizan en el mismo orden.
Las rutinas se fundamentan en las necesidades del alumnado por lo que serán diferentes en función del grupo de edad de los niños; no serán las mismas las rutinas en un grupo de alumnos de dos años que en otro de cinco años.
Con la sucesión diaria de las rutinas se persigue un doble objetivo, por un lado organizar el tiempo de la jornada escolar favoreciendo la autonomía del alumno en sus tareas y por otro, la creación de hábitos a partir de la repetición, aunque de forma paralela se consigue crear un ambiente seguro en el que no hay imprevistos y cálido en el que las normas son conocidas y respetadas por todos.
Los niños de esta edad necesitan sentirse seguros y necesitan poder anticipar los acontecimientos sin sobresaltos ya que no comprenden la forma convencional del tiempo, es decir para ellos no es significativo una hora concreta sino más bien una acción concreta en un determinado momento

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