Aprender a controlarse desde pequeños es una habilidad que nos va a ayudar a solucionar cualquier situación de miedo, temor o angustia. La falta de este control nos va a causar problemas emocionales no deseables de ira y agresividad. En este documento de la Universidad de Nevada inciden en que los niños-as pequeños-as que aprenden a controlarse tienen más posibilidades de éxito. Y el éxito que nos importa es el éxito emocional. ¿Hay alguna forma de ayudar a los peques a controlar sus emociones? Ya lo creo que sí. A continuación dejo algunas pautas que nos pueden orientar en esta trayectoria tan importante en nuestras vidas. – Enseñar al niño-a a identificar y reconocer sus estados emocionales, este es el primer paso. Escojamos una emoción, por ejemplo el enojo e invitamos al peque a pensar en cómo reacciona cuando se molesta, qué actitudes de los demás o del medio le provocan rabia, así como qué le permite ganar un poco de calma. – Mostrar al niño-a