Juego para combatir el enfado y la frustración

Estamos inmersos en una bonita aventura.....La dinámica que os voy a proponer, es para desarrollar  la inteligencia emocional  en nuestros pequeños, podremos ayudarles a afrontar situaciones donde la frustración se apodera de ellos ocasionando pataletas o agresividad.
Es muy fácil de realizar, sólo hace falta  cambiar nuestro papel habitual y  proponerle un juego.  Le diremos que en este juejo soy un payasete. (Creyéndonoslo y haciéndoselo creer al él). Por suerte su gran imaginación e inocencia jugarán de nuestro lado. Además, cuando nuestro hijo o alumno nos vea actuar de forma poco normal, con total seguridad se sorprenderá y nos prestará atención. Ese es el momento que debemos aprovechar para incitarlo a jugar con nosotros.
La dinámica se llama "El Monstruo del Enfado".
La podremos utilizar cuando detectemos que nuestro hijo  o alumno está entrando en un estado de rabia y frustración. Cosa que sabremos reconocer fácilmente porque ya conocemos ese estado a la perfección y sabemos cuáles son sus consecuencias ☹.
En ese momento, una vez detectado el estado emocional que se avecina, vamos a ponernos, con mucha exageración y total convencimiento, a buscar el Monstruo del Enfado. Lo buscaremos cerca de él, mirando debajo de la mesa o el sofá, debajo de las mantas, o cualquier otro sitio donde ese molesto monstruo se pueda esconder.
En este punto, con total seguridad nuestro hijo o alumno estará sorprendido y nos preguntará qué estamos haciendo. Este será el momento oportuno para decirle que estamos buscando un monstruo pequeñito que es muy molesto, que nos hace sentir mal y no nos permite pensar y comunicarnos con claridad. También le diremos que estamos seguros de que está cerca porque vemos que él se está enfado y / o frustración.
Cómo conseguirlo?
Se inicia el juego , buscando el monstruo en su pelo, en sus pies, debajo de su camiseta, por los brazos, las axilas, por todo el cuerpo. Haciéndole un poco de cosquillas y muchas caricias. Por último le preguntaremos si lo ha visto o si lo ha sentido. Le diremos que cuando el Monstruo del Enfado nos muerde sentimos rabia, cosas en la barriga y tenemos ganas de ser agresivos, como el gatito cuando se enfada
Procuraremos llevar al niño a un estado de autobservación ( con fotos o vídeos de momentos concretos ) para que empiece a reconocer ese estado emocional en él o ella
Tenemos que ayudarle a que se exprese con libertad y le ayudaremos en el proceso de forma activa a través de preguntas como: ¿qué sientes?, ¿dónde lo sientes?, ¿qué crees que te haría sentir mejor? Si lo apoyamos con fotos, película Al revés, es perfecta, cuentos y videos
Le daremos atención plena y comprensión. Debemos ser empáticos con sus límites para poder entender por qué se siente así. También evitaremos centrarnos en la fuente del problema. Preguntas como: 
¿por qué te sientes así?,
 ¿qué quieres que haga por ti?; son contraproducentes. Aquí hay que tener mucho cuidado, porque... 
Se trata de enseñarle que el estado emocional en el que se encuentra es suyo, solamente suyo, y por lo tanto está en su poder cambiarlo para sentirse mejor. Es necesario que aprenda a gestionar su emoción, por ello, tiene que saber en el estado animíco en el que està, es suyo y sólo él/ella  puede o no , bajar la intensidad de esa emoción
Recuerda que esto es  sólo una idea y que la forma que tienes de comunicarte con tu hijo ( si e eres el padre o madre ) es única y tú más que nadie conoces la mejor manera de hacerlo. Si es tu alumno, también sabrás comunicarte de forma empàtica Así que siéntete en todo los casos , en la libertad de cambiar las expresiones y la manera en la que actúa. Todo dependerá de la personalidad de cada uno.  Eso sí, ten siempre presente el objetivo de la dinámica. Dotar de estrategias a nuestro pequeño, para combatir y bajar la intensidad de su enfado
Los niños son seres naturalmente simples e inteligentes. Y en esta simpleza está la sabiduría más profunda. Allí dentro está la fuente del autoconocimiento y de la felicidad. Tenemos que conseguir que descubra cómo es y cómo se siente, para que sepa gestionar sus emociones. Las emociones no son unas buenas y otras malas, todas son necesarias, por ello, hay que conocerlas, ponerles nombres, para gestionarlas con éxito, por eso.....
Con la práctica de este ejercicio y su propio desarrollo conseguirá una herramienta valiosísima para toda la vida. Serán sus primeros pasos para ser un ser responsable de sí mismo y estable  emocionalmente
Hay que apliquicarlo con amor y paciencia. Es la única manera de conseguir nuestro objetivo, en esta bonita aventura.

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