Carta preciosa para leer
Estamos inmersos en una bonita aventura.......
Como madre y maestra, como persona mismo, al leer esta carta, me he identificado totalmente con cada una de estas bonitas palabras, por eso os recomiendo que la leàis con detenimiento, es una reflexión nacida desde el más puro amo
Hijo, yo te dejo esta carta y tú, cuando quieras, la lees.
Te cuento lo que creo que es básico para ser feliz. Y una de esas cosas básicas es la libertad, así que yo solo te pido que leas todo esto y tú eres libres de creerme o no.
Me gustaría que fueses la persona que TÚ quieras ser, no te dejes influenciar. Se distinto, no tengas miedo, el miedo aunque es necesario, nos corta las alas.
Si no puedes vencer al miedo, aprende a caminar con él a tu lado, llegará un día que ni recordarás que está ahí.
Respeta, esto es básico. En el mundo hay gente más alta que tú, con menos peso, con más.
Gente con el pelo rubio, con los ojos negros (no hay ojos más bonitos que los tuyos mi vida.) Gente que tartamudea al hablar, hay personas con la piel más oscura que tú, gente de orejas grandes, de pies pequeños. Gente que baila muy bien, gente que tropieza mucho.
Conocerás gente con los dientes torcidos o con cintura de avispa.
Da igual cómo sean, son gente cómo tú. Ni mejores ni peores. Nunca permitas que se ataque a alguien por su condición física, por su ropa, sus creencias... ¡Jamás!
Respeta las ideas del resto, por muy diferentes que sean a las tuyas.
No te quedes con lo primero que te digan. Escucha mucho, infórmate, curiosea.
Y después, decide con qué quieres quedarte.
Y si decides quedarte con el negro y alguien defiende su interés por el blanco, expón tus argumentos y respeta la decisión que el otro tomó, aunque no sea de tu agrado.
Empápate de lo que te apasiona. Todos tenemos una o varias pasiones.
Y con suerte en el futuro podrás dedicarte a ello.
Debes estudiar, adquirir conocimientos, aunque no podré ni deberé obligarte y espero que cuando seas mayor se tenga en cuenta el talento de la gente más que los títulos obtenidos.
No hay nada mejor que dedicar tus esfuerzos a algo que te guste y si eres bueno en ello, que lo serás (nunca lo dudes) serás feliz de por vida.
Que tu felicidad no dependa de nadie. Suena duro pero es así.
No me malinterpretes. No digo que no permitas que alguien te haga feliz, pero no quiero que mendigues amor. Tu felicidad depende de tí.
Haz lo posible porque la persona que esté a tu lado te trate bien, muy bien. Si no, no merece la pena tenerla a tu lado. Y tú haz lo mismo, trata a quien quieras con todo el amor del mundo.
Respeta a las mujeres, no son menos que tú (aunque la sociedad te lo quiera hacer ver así) y valora los esfuerzos que tienen que hacer para llegar a equipararse a los hombres en muchas ocasiones.
Nunca trates a una mujer como un trozo de carne, aunque tus amigos lo hagan. No quieras ser como ellos. A lo mejor es hora de cambiar de amigos.
Si decides ser padre, infórmate desde el minuto 1 sobre todo lo relativo al embarazo de la futura madre. Ponte en su piel, entiende por lo que está pasando, apóyala mucho.
Encárgate de su bienestar durante el parto, no permitas que hagan con ella lo que no deben (estarás informado y sabrás cómo actuar), se comprensivo con sus contestaciones, con su carácter. Le duele mucho.
Y después, en casa, hazte cargo de todo, deja que ella y tu hijo descansen, estén juntos, se vayan conociendo.
No imaginas lo importante que es todo esto para una mujer.
Viaja mucho, conoce otras culturas, otras gentes.
Aprende idiomas. Disfruta de otros países y adéntrate en sus costumbres.
Unas te gustarán, otras no tanto. Pero seguro que todas te sorprenden.
Haz muchas fotos. Hoy en día es fácil hacerlas y almacenarlas.
Los recuerdos a veces se esfuman con el paso del tiempo, pierden detalles, es bueno guardar momentos en una tarjeta de memoria. Dentro de unos años agradecerás el haberlo hecho. Momentos insignificantes que guardarás para siempre.
No creas todo lo que te diga la TV, radio, prensa... mejor compruébalo tú (viaja, una vez más)
No dejes que te manipulen.
Cuida del medio ambiente, es muy importante. Respeta la naturaleza, respeta a los animales (todo esto ya te lo sabes de memoria, tu madre es muy pesada).
No les hagas daño, son seres vivos, sienten, sufren y se alegran cómo tú.
En la medida de tus posibilidades, colabora con alguna organización, bien sea económicamente o echando una mano como voluntario.
Quiérete hijo mío, quiérete mucho y sé muy feliz.
Solo deseo que nunca nada te robe la sonrisa, que disfrutes de la vida cada segundo, que te llenes de experiencias, que a tus días les falten horas para seguir riendo.
Y si algo se tuerce, aquí está tu madre, para abrazarte y decirte una y mil veces que te quiere más que a nada en el mundo.
Porque eres el mejor regalo que me ha dado la vida y solo quiero que seas FELIZ.
Como madre y maestra, como persona mismo, al leer esta carta, me he identificado totalmente con cada una de estas bonitas palabras, por eso os recomiendo que la leàis con detenimiento, es una reflexión nacida desde el más puro amo
Hijo, yo te dejo esta carta y tú, cuando quieras, la lees.
Te cuento lo que creo que es básico para ser feliz. Y una de esas cosas básicas es la libertad, así que yo solo te pido que leas todo esto y tú eres libres de creerme o no.
Me gustaría que fueses la persona que TÚ quieras ser, no te dejes influenciar. Se distinto, no tengas miedo, el miedo aunque es necesario, nos corta las alas.
Si no puedes vencer al miedo, aprende a caminar con él a tu lado, llegará un día que ni recordarás que está ahí.
Respeta, esto es básico. En el mundo hay gente más alta que tú, con menos peso, con más.
Gente con el pelo rubio, con los ojos negros (no hay ojos más bonitos que los tuyos mi vida.) Gente que tartamudea al hablar, hay personas con la piel más oscura que tú, gente de orejas grandes, de pies pequeños. Gente que baila muy bien, gente que tropieza mucho.
Conocerás gente con los dientes torcidos o con cintura de avispa.
Da igual cómo sean, son gente cómo tú. Ni mejores ni peores. Nunca permitas que se ataque a alguien por su condición física, por su ropa, sus creencias... ¡Jamás!
Respeta las ideas del resto, por muy diferentes que sean a las tuyas.
No te quedes con lo primero que te digan. Escucha mucho, infórmate, curiosea.
Y después, decide con qué quieres quedarte.
Y si decides quedarte con el negro y alguien defiende su interés por el blanco, expón tus argumentos y respeta la decisión que el otro tomó, aunque no sea de tu agrado.
Empápate de lo que te apasiona. Todos tenemos una o varias pasiones.
Y con suerte en el futuro podrás dedicarte a ello.
Debes estudiar, adquirir conocimientos, aunque no podré ni deberé obligarte y espero que cuando seas mayor se tenga en cuenta el talento de la gente más que los títulos obtenidos.
No hay nada mejor que dedicar tus esfuerzos a algo que te guste y si eres bueno en ello, que lo serás (nunca lo dudes) serás feliz de por vida.
Que tu felicidad no dependa de nadie. Suena duro pero es así.
No me malinterpretes. No digo que no permitas que alguien te haga feliz, pero no quiero que mendigues amor. Tu felicidad depende de tí.
Haz lo posible porque la persona que esté a tu lado te trate bien, muy bien. Si no, no merece la pena tenerla a tu lado. Y tú haz lo mismo, trata a quien quieras con todo el amor del mundo.
Respeta a las mujeres, no son menos que tú (aunque la sociedad te lo quiera hacer ver así) y valora los esfuerzos que tienen que hacer para llegar a equipararse a los hombres en muchas ocasiones.
Nunca trates a una mujer como un trozo de carne, aunque tus amigos lo hagan. No quieras ser como ellos. A lo mejor es hora de cambiar de amigos.
Si decides ser padre, infórmate desde el minuto 1 sobre todo lo relativo al embarazo de la futura madre. Ponte en su piel, entiende por lo que está pasando, apóyala mucho.
Encárgate de su bienestar durante el parto, no permitas que hagan con ella lo que no deben (estarás informado y sabrás cómo actuar), se comprensivo con sus contestaciones, con su carácter. Le duele mucho.
Y después, en casa, hazte cargo de todo, deja que ella y tu hijo descansen, estén juntos, se vayan conociendo.
No imaginas lo importante que es todo esto para una mujer.
Viaja mucho, conoce otras culturas, otras gentes.
Aprende idiomas. Disfruta de otros países y adéntrate en sus costumbres.
Unas te gustarán, otras no tanto. Pero seguro que todas te sorprenden.
Haz muchas fotos. Hoy en día es fácil hacerlas y almacenarlas.
Los recuerdos a veces se esfuman con el paso del tiempo, pierden detalles, es bueno guardar momentos en una tarjeta de memoria. Dentro de unos años agradecerás el haberlo hecho. Momentos insignificantes que guardarás para siempre.
No creas todo lo que te diga la TV, radio, prensa... mejor compruébalo tú (viaja, una vez más)
No dejes que te manipulen.
Cuida del medio ambiente, es muy importante. Respeta la naturaleza, respeta a los animales (todo esto ya te lo sabes de memoria, tu madre es muy pesada).
No les hagas daño, son seres vivos, sienten, sufren y se alegran cómo tú.
En la medida de tus posibilidades, colabora con alguna organización, bien sea económicamente o echando una mano como voluntario.
Quiérete hijo mío, quiérete mucho y sé muy feliz.
Solo deseo que nunca nada te robe la sonrisa, que disfrutes de la vida cada segundo, que te llenes de experiencias, que a tus días les falten horas para seguir riendo.
Y si algo se tuerce, aquí está tu madre, para abrazarte y decirte una y mil veces que te quiere más que a nada en el mundo.
Porque eres el mejor regalo que me ha dado la vida y solo quiero que seas FELIZ.
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