Las familias son las primeras escuelas emocionales

Estamos inmersos en una bonita aventura.......Acabo de encontrarme  con esta idea magnífica. Este tipo de libro, siempre lo he hecho, con  las promociones anteriores con sus nombres y fotografías (de mis alumnos,) con resultados muy satisfactorios, por lo que está nueva versión me parece muy interesante, porque su autora comenta.....
Una de las cosas que estamos aprendiendo es cómo nuestra cara cambia según la emoción que en ese momento estamos viviendo. Para ello, he preparado este divertido libro móvil:

¿Cómo están nuestros ojos cuando estamos tristes?

¿Cambia nuestra cara si nos enfadamos?

Si tengo mucho mucho miedo... incluso nos tiemblan los labios...

El libro lo he hecho con las 6 emociones básicas que nos propone Mar Romera, maestra, pedagoga, psicopedagoga y especialista en Inteligencia Emocional. Os animo a descubrir más sobre ella y os recomiendo su libro "La familia, la primera escuela de las emociones". Una delicia...

El libro recomendado es una buena forma de entrenamiento de las familias sobre las emociones. Un niño fuerte emocionalmente, que conoce sus emociones y autoregularlas, tiene un gran camino hecho para triunfar.

Las emociones son parte de las personas no son unas  buenas y otras malas. Todas son importantes

Hay que identificarlas y gestionarlas, pero para ello, hay que enseñarles cómo, por eso familias y escuela tienen que ayudar a descubrir, comprender  los distintos estados emocionales que  viven , para que tengan inteligencia emocional

Un paso fundamental a la hora de aprender a gestionar nuestras emociones es ser capaz de reconocerlas e identificarlas. La habilidad en el reconocimiento emocional es predictiva del nivel de competencia social del niño. La capacidad para percibir, reconocer y comprender las emociones presenta dificultades para niños con discapacidad intelectual o con trastornos del espectro autista. En estos casos es especialmente interesante contar con actividades para trabajar las emociones que les ayuden a a reconocerlas.